Como venimos de hacer varios viajes, ya tenemos un proceso
natural aceitado: yo me encargo de lo que haría el agente de viajes "desde
acá" (sacar pasajes y ver el alojamiento), y Martín lo del “receptivo”
(estudiar qué lugares visitar en el destino). En general, cuando el viaje
incluye varias ciudades (tipo viajes a Europa), vemos juntos, pero esta vez,
como yo no hice nada de tarea para Tailandia, decidió todas él.
Después de alrededor de un mes de mirar los precios del
mismo pasaje cada día (y a veces, más de una vez por día), finalmente a fines
de noviembre sacamos en kayak.com un pasaje que parecía perfecto (bueno, sacando por el
temita de las 2 escalas): era dentro de todo “barato” (para lo que veníamos
viendo), salía desde aeroparque y, también dentro de los parámetros, era el
viaje más corto posible (la ida era 26 hs en vez de las 32 que era más normal,
por hacer poco tiempo de escala). Además, incluía viajar por Emirates, una de
las mejores empresas, lo que me daba curiosidad. Saldríamos el viernes 7 de
febrero a la noche, y luego de un par de horas en San Pablo, y otra escala en
Dubai, llegaríamos a Bangkok el domingo 9 a la mañana.
Desde ahí, ya empezamos a definir los hoteles y los vuelos
internos (no estuvimos muy aventureros con ninguno de los dos, dado que no
sabíamos con qué nos podíamos encontrar), y decidimos llevar todo lo de la
primera mitad del viaje ya definido. El viaje tenía una primera parte de
turismo/cultural, y la última parte, descansar en la playa.
Confieso que, dado lo exótico del viaje, y de que nunca,
hasta 6 meses antes, ni se me había ocurrido ir a Tailandia, hasta último
momento lo sentí irreal…